El corte por láser es una tecnología de última generación usada para corte de alto poder de metales y no metales en todo el mundo. Las aplicaciones típicas incluyen corte de partes y tubos hidro-formados, corte de alta velocidad de delgadas hojas de metal y corte de materiales de sección gruesa. Los beneficios del corte láser incluyen velocidades mejoradas de corte, bajos niveles de desgaste en herramientas y mayor flexibilidad.
Los gases usados para generar el rayo láser y expulsar el metal derretido de la zona del corte son consumibles importantes durante las operaciones con láser. Éstas pueden prolongar la vida de los componentes ópticos, incrementar la velocidad de corte y mejorar la calidad del mismo. El uso correcto de gases para corte puede también contribuir a unas operaciones con láser más rentables.
Láseres de CO2
Los primeros láseres usados para corte de metales y soldadura fueron los de dióxido de carbono (CO2). Dichos láseres usan gas de dióxido de carbono – mezclado con helio y nitrógeno – para generar la radiación láser. Esto es producido por medio de una descarga eléctrica en el gas, en la cual las moléculas de dióxido de carbono emiten la radiación láser y el nitrógeno y el helio contribuyen a un proceso estable y eficiente. Con una longitud de onda de 10.6 micrómetros, el rayo láser no es visible. Para traer el rayo láser a los lentes de enfoque en el cabezal de corte, necesita ser transmitido por tubos de vuelo purgados con un gas seco limpio o aire, usando espejos especialmente enfriados y recubiertos los cuales necesitan estar cuidadosamente alineados. La longitud de onda del láser CO2 hace que éstos puedan cortar la mayoría de metales excepto aquellos que tienen una muy alta reflectividad en el espectro infrarojo, tales como el oro y el cobre.
Láseres de estado sólido
Los láseres de estado sólido son, entre otros, los láseres de fibra y de disco. Desarrollados al inicio del siglo XX para propósitos de telecomunicaciones, los láseres de fibra han desde entonces progresado tremendamente al punto de rivalizar y exceder a los láseres de CO2 en términos de poder. Muchas variantes, tales como los láseres de disco, también han sido desarrolladas. Los láseres de fibra no tienen partes movibles y no requieren gas resonador para láseres. Con una longitud de onda más corta que los láseres de CO2, de casi 1 micrón, los láseres de fibra están sólo fuera del rango visible. Esta longitud de onda más corta los hace ideales para corte en 3D y aplicaciones de soldadura tales como tubos de vuelo y espejos no son requeridos. También éstos pueden cortar metales delgados (tanto normales como inoxidables) de manera mucho más eficiente que los láseres de CO2. Sin embargo, éstos producen cortes de baja calidad cuando se cortan hojas más gruesas.
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