En la biotecnología moderna, el cultivo de bacterias es una práctica común. Para hacer esto, es importante tener una atmósfera controlada que apoye dicho proceso. Cuando son organismos aeróbicos los que se cultivan, la atmósfera es de oxígeno o aire, cuando son organismos anaeróbicos, la atmósfera es de nitrógeno o dióxido de carbono.
Ambos tipos tienen usualmente una fuente de carbono para maximizar el crecimiento. Un tipo diferente de control de crecimiento ocurre cuando mezclas estériles son usadas para el propósito opuesto, acabar con todos los organismos.
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